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Las Leyes de Núremberg

El 15 de septiembre de 1935, durante el VII Congreso Anual del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP) se adoptaron por unanimidad de todos los asistentes una serie de leyes de carácter racista y antisemita, conocidas como las Leyes de Núremberg (Die Nürnberger Gesetze).

  

Las Leyes de Núremberg fueron redactadas con el consentimiento de Adolf Hitler por Wilhelm Frick, jurista, político y Ministro de Interior del Tercer Reich (desde 1933 hasta 1943) y como coautor Julius Streicher, militar, propietario y editor del diario de ideología nacionalsocialista "Der Stürmer" (El atacante).

 

Wilhelm Frick era un reconocido antisemita y redactó estas leyes cuyo objetivo era evitar mezclas raciales entre el pueblo alemán y judíos u otros grupos raciales. Julius Streicher se encargo de difundir las Leyes de Núremberg a través de su periódico y ayudó a convencer a la población alemana de que los judíos eran una lacra social introducida en el pueblo alemán y que debían de ser "extirpados como un tumor cancerígeno", tal como lo explicaba Adolf Hitler en su libro Mein Kampf.

 

Las Leyes de Núremberg no sólo definían a un "judío" como alguien que tenía determinadas creencias religiosas, sino que cualquier persona que tuviera tres o cuatro abuelos judíos, era definida como judía, independientemente de si se identificaba como judía o pertenecía a la comunidad religiosa judía. Muchos alemanes que no habían practicado el judaísmo durante años fueron presa del terror nazi alemán. Incluso aquellos que tenían abuelos judíos pero que se habían convertido al cristianismo eran definidos como judíos. En consecuencia, los nazis alemanes clasifican como judíos a miles de personas que se habían convertido del judaísmo a otra religión, entre ellos hasta monjas y sacerdotes católicos romanos y pastores protestantes cuyos abuelos eran judíos.

 

Los nazis alemanes anuncian progresivamente nuevas leyes que revocan la ciudadanía del Reich a los judíos y prohíben que los judíos se casen o tengan relaciones sexuales con personas de "sangre alemana o afín". La "infamia racial", como se dio a conocer, se convierte en un delito penal. La ley privaba de la ciudadanía alemana a los judíos y por lo tanto la posibilidad de que estos pudiesen ocupar cargos públicos en la administración pública o ejercer libremente ciertas profesiones, medidas civiles como la prohibición de matrimonios e incluso relaciones sexuales entre alemanes y judíos, una serie de medidas que supusieron la expulsión de los judíos de la vida cotidiana, prohibición de contratar a alemanes o de tener a su servicio empleadas del hogar a alemanas menores de 45 años. Había ordenanzas secundarias a las leyes que inhabilitaban a los judíos para votar y los privaban de la mayor parte de los derechos políticos. Como todas las leyes, establecía un sistema de control administrativo y sancionador para quienes la infringiesen: nulidad de los matrimonios, multas, trabajos forzados y prisión.

 

Había cuatro categorías raciales:

  • "sangre alemana" (deutschblütiger), aquellos cuyos abuelos fuesen de sangre alemana y aquellos con un progenitor alemán y otro mixto de segundo grado (aquellos con solo un abuelo no alemán).
  • "mixtos" (mischling) de segundo grado, aquellos con solo un abuelo judío.
  • "mixtos" (mischling) de primer grado, aquellos con dos abuelos judíos.
  • "judíos" (jude), aquellos con tres o cuatro abuelos judíos, e incluía otras etnias consideradas inferiores y peligrosas como los "gitanos"

Los judíos estaban obligados a llevar identificación, pero el gobierno le agregó marcas de identificación especiales: una "J" roja impresa y un nuevo segundo nombre para todos los judíos que no tuvieran nombres que los identificaran como tales: "Israel" para los varones y "Sara" para las mujeres. Esas identificaciones permitían que la policía identificara fácilmente a los judíos.

 

Durante un breve período después de las Leyes de Núremberg, en las semanas previas y durante los Juegos Olímpicos de 1936 que tuvieron lugar en Berlín, el régimen nazi de hecho moderó sus ataques antisemitas y hasta retiró algunos de los carteles que decían "No se aceptan judíos" de los lugares públicos. Adolf Hitler no quería que las críticas internacionales contra su gobierno tuvieran como consecuencia el traslado de los Juegos a otro país. Una pérdida semejante hubiera sido un duro golpe para el prestigio de Alemania.

 

Después de los Juegos Olímpicos (en los que los nazis alemanes no dejaron participar a los atletas judíos), los nazis alemanes volvieron a la carga con la persecución de los judíos alemanes. En 1937 y 1938, el gobierno se propuso empobrecer a los judíos exigiéndoles que registraran sus propiedades y luego "arianizando" los comercios judíos. Esto significó que los trabajadores y gerentes judíos fueran despedidos y que la propiedad de la mayor parte de los comercios judíos pasara a manos de alemanes no judíos que los compraron a precios muy bajos fijados por los nazis alemanes. A los médicos judíos se les prohibió tratar a pacientes no judíos y a los abogados judíos no se les permitió ejercer la profesión.

 

18 de octubre de 1935, "Ley de Protección de la Salud Hereditaria del Pueblo Alemán"

La "Ley de Protección de la Salud Hereditaria del Pueblo Alemán" exige que todos los futuros cónyuges obtengan a través de las autoridades de salud pública un certificado de aptitud para casarse. Esos certificados se les niegan a quienes sufren "enfermedades hereditarias", "enfermedades contagiosas" y a quienes intentasen casarse violando las Leyes de Núremberg.

 

14 de noviembre de 1935, "Ley de Ciudadanía del Reich"

Decreto complementario que describía la definición de quién era judío y la "Ley de ciudadanía del Reich y ley para la protección de la sangre y el honor alemán". Los judíos ya no eran ciudadanos alemanes. Los funcionarios públicos a quienes se les otorgó una exención de la "Ley de la Restauración de la Administración Publica" debido a su condición de veteranos de guerra fueron obligados a abandonar sus trabajos en esta fecha.

 

Un decreto complementario emitido el 21 de diciembre de 1935 ordenó el despido de veteranos judíos de otras profesiones reguladas por el estado, como la medicina y la educación.